Cada día los conejos se vuelven en mascotas más y más populares. Esto se debe a lo bellos que son, lo dóciles que se presentan ante las personas y su sencillo cuidado, además de que compaginan muy bien con perro y gatos. De la misma manera, su mantenimiento es muy sencillo, aunque si no lo hacemos de la manera correcta puede llegar a generarse estrés.
Se debe entender, antes de tener cualquier tipo de conejo, que estos animales son asustadizos por naturaleza. En su hábitat natural son presas relativamente fácil de atrapar para los depredadores, ya sean perros, zorros, lobos o incluso el ser humano. Por eso es normal que algunas situaciones los estresen, sobre todo si las perciben como amenazas.
Una amenaza puede venir de cualquier parte; por ejemplo, otra mascota, ruidos fuertes o intentar agarrarlos por sorpresa. Por esta razón, es importante es necesario aproximarnos a ellos lo más lento posible, gradualmente, sin gritos, así nos ganaremos su confianza. Trátalos con suavidad, ofréceles comida o premios sin castigarlos.
En el siguiente texto te hablaremos de algunos de los signos que los conejos presentan cuando se encuentran estresados.
Cuando tu conejo gruña, rechine los diente o patee el suelo, será signo incuestionable de que se encuentra enfadado. En estos momentos lo mejor que puedes hacer es apartarte si es que te encuentres cerca y lo dejes tranquilo para que se le pase el episodio de estrés. Además, debes fijarte si existe algo que esté ocasionando su estado actual y, de ser ese el caso, lo mejor es que lo alejes de ese foco de estrés. De la misma manera, puede ocurrir que en su jaula se encuentre otro conejo, y esté demostrando dominancia con su gruñido.
Puede ocurrir, también, que veas comportamiento como el lamerse y acicalarse constantemente, al igual que roer incesantemente materiales de la jaula, esto es signo de estrés ambiental. Este tipo de conductas se conocen cómo estereotipias, y son signo de que no se encuentra cómodo con algo de su entorno o no le permite realizar sus actividades normales.
Si llegas a identificar este tipo de actitudes, lo mejor que puedes hacer es comprobar que la jaula es de un tamaño adecuado, proporcionarles juguetes y materiales para que puedan roer libremente y relajarse, además jugar con ellos más a menudo y prestarle toda la atención que necesite.
Los conejos, cuando se encuentran estresados, suelen replegar sus orejas hacia atrás, casi pegadas al cuello, permanecer inmóvil o encogerse hasta parecer una bola. Esto son signos de miedo y muestra que el conejo sufre de estrés. Cuando intenta hacerse pequeño, lo que busca desapercibido ante los depredadores.
Es importante, si vemos que esto ocurre, que busques la fuente de este comportamiento. Quizá se deba a otra mascota a la cual le teme, ya sea perro o gato, tal vez existan olores amenazantes en el ambiente. Puede ser que el temo sea hacia ti, por lo que es importante que se acostumbre a tu presencia, para ello acércate con cuidado, sin gritos ni movimientos bruscos.
Esta entrada ha sido publicada el 11/05/2020 11:00
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