Muchas personas han comenzado a tener patos como mascotas y han descubierto en ellos un excelente animal de compañía. Dichas aves, al igual que los perros o los gatos, pueden encariñarse mucho con los seres humanos y crear fuertes lazos con ellos. Si tienes pensado adoptar uno, te aconsejamos que averigües muy bien sus necesidades. Aquí te damos algunos consejos prácticos a la hora de tener un pato.
Cuidados con el agua
Como sabemos, les encanta el agua y usan alrededor de 1 litro de agua al día: para mantener sus ojos, pies y las plumas en buen estado. El estanque debe ser lo suficientemente profundo como para que puedan meter la cabeza y para lavarse el cuerpo. Aunque deben poder salir de él sin problemas. Una piscina para niños o un barreño grande de unos 20 cm de profundidad son perfectos.
Eso si, tenemos que estar pendientes cuando entren al agua hasta ver si el lugar que les hemos facilitado es seguro para ellos. Las bañeras viejas no son una buena opción porque son resbaladizas y nuestro amigo pueden encontrar dificultades para salir.
Cuidados con la vivienda
Necesitamos un corral o un refugio seguro para nuestras mascotas aladas, sobre todo para cuando no estemos en casa para protegerlas. Hay que tener en cuenta que como mínimo tenemos que dejar un área de 1,5 metros cuadrados para cada pato en su casa. Si solo están cerrados durante la noche necesitan, al menos, 0,5 metros cuadrados cada uno.
Este espacio debe estar protegido del sol y del viento. En realidad, a estos animales no les gusta que les dé el sol directamente. Sobre todo tenemos que poner su vivienda en la sombra si está hecha de metal para evitar que el calor se concentre dentro (los patos pueden morir de estrés térmico por lo que se deben tomar precauciones).
Lo mejor es un refugio de tres lados con una base de malla y una cuarta parte abierta. esta última que esté hacia el norte, para captar el sol en invierno y evitar vientos del sur fríos y húmedos. Respecto al suelo, que no haya cemento ni adoquines en más de un tercio de la superficie del corral o tus amigos desarrollará llagas en sus delicadas patas. Además necesitan un lugar «privado» para poder esconderse, hazles un rincón cubierto con madera o cartón resistente.
La alimentación
Igual que otras mascotas, es necesario mantener una dieta equilibrada para los patos. Nuestros amigos pueden comer desde verduras, granos y semillas, hasta insectos y peces. Para un pato de mascota, podemos conseguirle piensos especiales del veterinario. Lo único es que normalmente son para que engorden, por lo tanto, debemos darle una ración menor. Como alimentos complementarios, podemos darles verduras, zanahorias, maíz, semilla de girasol o cacahuete.
Salud
Aquellos patos que viven en un lugar limpio y son bien alimentados en general son animales muy robustos y resistentes. Rara vez sufren de gusanos o ácaros intestinales (especialmente si tienen períodos ordinarios de sesiones de natación), pero tienen que ser desparasitados cada 6 meses. Lo ideal es que hables con tu veterinario para asesorarte sobre el tratamiento necesario.
Los patos pueden ser un poco torpes y acaban en el suelo más de una vez. Por eso, no debemos dejarles sobre una superficie áspera o dura, o aparecerán ‘úlceras’ en sus patas. Sobra decir que si se desarrollan inflamaciones, llagas o cojeras habrá que acudir a un veterinario.
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