Hay muchos trucos y consejos sobre cómo cuidar mascotas. Pero ninguno servirá si no eres atento y les das toda tu atención, tiempo y cariño. Pues son seres vivos, no juguetes. Y para ser felices tienen que sentirse satisfechos tanto física como emocionalmente. Por eso, te brindaremos algunos consejos para tomar consciencia sobre lo que verdaderamente significa cuidar animales en casa.
Antes de tener un animal, la primera pregunta que debes hacerte no es cómo cuidar mascotas sino qué tipo de mascota quieres tener. ¿Estas listo/a para cuidar mascotas de esta o aquella especie o raza? ¿Le podrás brindar todo lo que realmente necesita para ser feliz?
Tienes que ser realista y elegir una mascota acorde a tu estilo de vida. Por eso, es importante que analices cuánto tiempo libre tienes, si puedes afrontar los gastos de su cuidado, cómo influirá cuidar mascotas en tu hogar si tienes hijos y ancianos, etc.
Por ejemplo, el cuidado de mascotas como perros y gatos requiere mucha atención de tu parte, así como espacio para que se sientan libres y hagan sus necesidades. En cambio, los roedores parecen fáciles, pero también tienen sus propias necesidades y son muy sensibles a la alimentación. Y el cuidado de las mascotas más “pasivas” como peces, reptiles y aves demanda todavía más atención, pues un pequeño descuido y pueden morir.
Dejando a un lado la variedad de especies y razas, hay 3 pasos vitales en el cuidado de mascotas que debes seguir para que tu amigo esté sano y sea feliz en tu convivencia.
Estudios científicos han revelado que las plantas crecen más rápido cuando les hablas y les pones música. ¿Entonces cuánto amor y atención no tendrás que prestarle a los animales? Estos son, sin dudas, los principales ingredientes del cuidado de las mascotas, sea un perro, un gato, un pez o una lagartija. No seas como esos dueños que compran una animal y luego no les dan lo mejor de sí.
Ninguna criatura puede estar bien sin suficiente agua ni alimento. Estos son 2 elementos del cuidado de mascotas que, bajo ningún concepto, puedes dejar de atender. Además, el alimento debe ser el adecuado. Investiga qué come tu mascota, en qué cantidad y cada cuánto tiempo, así como la cantidad de agua necesita ingerir cada día.
Pero también recuerda que necesita luz y espacio. Los animales son como nosotros: si no tienen salen y tienen espacio para hacer lo que les gusta, se mueren de tristeza. Por eso, no tengas a tu mascota encerrada todo el día. Si tienes un perro, no lo mantengas amarrado más de lo necesario (por ejemplo, cuando tienes que limpiar).
¡Y nunca maltrates a tu amigo! Cuando le enseñes a hacer algo o corrijas su mal comportamiento, evita golpearlo o gritarle. Eso lo daña emocionalmente. Además, las mejores técnicas de entrenamiento prescinden de la violencia, y son más efectivas que aquellas que acuden a gritos, fustas y correazos. Jamás corras el riesgo de criar un animal lleno de enojo y frustraciones.
Por último, para que tu mascota pueda ser realmente feliz, tiene que estar libre de enfermedades. Y el cuidado médico de las mascotas conlleva tiempo, esfuerzo y dinero. Pero jamás te lo pienses dos veces antes de llevarla al veterinario y pagar por las vacunas que necesita: ella te lo agradecerá. Y si tiene una enfermedad crónica o incurable, tienes que dedicarle diez veces más atención, como igual lo harías con un miembro de tu familia. Porque, de hecho, lo es: recuerda que tú la elegiste a ella y no al revés.
Esta entrada ha sido publicada el 16/10/2019 16:19
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