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Qué es el gusano látigo y cómo tratarlo

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iriabenito
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Qué es el gusano látigo

El gusano látigo o tricocéfalo es un tipo de gusano que se encuentra en los intestinos de perros y personas. Es importante saber cómo identificarlos y qué pasos debes seguir si tu mascota los tiene ya que pueden causar serios problemas de salud a tu perro.

El gusano látigo es un tipo de lombriz intestinal que puede infectar el sistema digestivo. Se han encontrado en casi todos los países del mundo.

Este gusano, generalmente se transmite a través del contacto con heces infectadas o al comer alimentos contaminados con huevos de tricocéfalos. Los huevos pueden vivir fuera del cuerpo hasta por un mes, lo que significa que una vez que los gusanos látigos ingresan a una casa, pueden propagarse fácilmente.

Cómo detectar gusanos látigos en perros

Los gusanos látigos pueden vivir en los intestinos, el estómago o los pulmones de un perro infectado. Aunque también se pueden encontrar en las heces del perro.

Los síntomas de la infección por tricocéfalos suelen ser leves e incluyen náuseas, vómitos, diarrea y dolor de estómago. Sin embargo, los síntomas más graves pueden incluir anemia (bajo número de glóbulos rojos), fatiga entre otros muchos síntomas.

El gusano látigo es un tipo de gusano redondo parásito. El lugar más común en el que se puede encontrar este parásito es cuando un perro mantiene un contacto directo con el suelo o con heces que estén contaminadas por otros perros que previamente se han contagiado, debido por ejemplo por la ingesta de agua o alimentos que tenían los huevos de este gusano.

Una vez este gusano entra en el cuerpo del perro, podrá vivir en lugares como los intestinos de tu mascota por ejemplo. Como ya hemos visto anteriormente, para expulsar este gusano del cuerpo, será a través de las heces de tu mascota.

Si un animal come los huevos, se convierten en larvas que viajan a los intestinos del animal donde maduran y se convierten en gusanos adultos. El síntoma más común es la diarrea, pero otros síntomas incluyen vómitos, pérdida de peso, fiebre, dolor abdominal y deshidratación. Los tricocéfalos también pueden provocar enfermedades hepáticas y ceguera si no se tratan.

La infección por gusanos látigos es común en áreas donde los perros viven en contacto cercano con humanos u otros animales y donde el saneamiento es deficiente. Los huevos de tricocéfalos se expulsan en las heces de un animal infectado y eclosionan cuando entran en contacto con el suelo. Los perros pueden infectarse al comer estos huevos del suelo o al lamerse el pelaje después de entrar en contacto con los huevos del suelo.

En muchas ocasiones, los dueños de estas mascotas infectadas podrán contagiarse del gusano látigo y tener los mismos síntomas que tiene el animal. Por lo que este, es un gusano que afecta a perros y humanos y que puede transmitirse de uno a otro sin saber quien ha sido el primero en contagiarse.

Cómo tratar la infección por el gusano látigo

El diagnóstico del gusano látigo se realiza mediante la identificación de huevos y larvas en una muestra fecal. La infección suele ser asintomática y el perro no mostrará ningún síntoma.

La prueba de diagnóstico más común utilizada para diagnosticar este gusano es una muestra fecal. Se recolecta de las heces del perro y luego se analiza en un laboratorio para ver si hay huevos presentes.

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El diagnóstico sólo es posible si los huevos están presentes. Esto significa que la prueba sólo será positiva durante unas dos semanas después de la infección.

Se realiza un examen fecal para identificar huevos de tricocéfalos bajo un microscopio o para identificar gusanos adultos, ya que este parásito no podrá verse a simple vista tras la contaminación de la mascota.

Hay muchas pruebas diferentes además de la que ya hemos nombrado del análisis de las heces, también se podrán practicar al perro diferentes análisis de sangre que podrán dar más pistas sobre si contiene en su interior al gusano látigo o no.

El análisis fecal se realiza colocando una muestra de heces frescas en un portaobjetos, añadiéndole un poco de agua y observándola con un microscopio. Un análisis de sangre consiste en tomar una pequeña muestra de la sangre de su perro y enviarla para su análisis.

Es importante que los dueños de perros sepan cuándo es el momento adecuado para llevar a su mascota al veterinario.

El gusano látigo es un tipo de gusano que puede infectar a su perro y provocarle graves problemas de salud si no se trata. Si crees que tu perro puede tener tricocéfalos, lo mejor es llevarlo al veterinario lo antes posible.

Dependiendo de la situación de tu perro deberás saber cuando llevarle al veterinario o no, si el perro ha estado vomitando durante más de 24 horas, tiene diarrea durante más de 24 horas o si nota sangre en el vómito o las heces, es importante llevarlo al veterinario de inmediato.

En cambio, si tu perro ha estado vomitando durante menos de 24 horas y no ha tenido diarrea, debes esperar hasta que haya tenido otro episodio de vómitos antes de llevarlo al veterinario.

Por último, si el perro no ha tenido vómitos ni diarrea, pero está letárgico y tiene fiebre, deberás también llevarlo al veterinario de forma inmediata.

Como conclusión, si tu perro crees que puede estar contagiado de este parásito, es importante que tengas un control sobre él y vayas observando su evolución.

Puedes ver el vídeo aquí:

Esta entrada ha sido publicada el 15/09/2022 11:00

iriabenito

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