El pastor alemán es una raza que destaca por su nobleza, fidelidad, coraje e inteligencia. Estas virtudes, combinadas con su anatomía bella y funcional lo convierten en un perro sumamente versátil.
Lo encontraremos a menudo como perro policía, militar, guardián, de salvamento, guía de invidentes, y por supuesto, como nuestro leal amigo. No es extraño entonces que muchos de nosotros deseemos tener un pastor alemán como compañero.
Es por ello que hoy te brindamos toda la información necesaria para su cuidado y educación.
Cómo cuidar a un pastor alemán
Cuando adoptamos un cachorro de pastón alemán lo primero que debemos saber es que, debido a la cría irresponsable, es una de las razas con más problemas genéticos que existen.
Además, son muy susceptibles a contraer moquillo, por lo que deberemos llevar el calendario de vacunación al día.
Es siempre recomendable, si deseamos adoptar a un pastor alemán cachorro, acudir a un criador certificado. Sin embargo, si lo hemos obtenido de una perrera o nos lo han regalado, es indispensable hacerle una radiografía de las caderas, en busca de cualquier anomalía.
Cuidados imprescindibles para esta raza
A continuación, dejamos una pequeña lista de cuidados para un óptimo desarrollo físico y psíquico de nuestro can:
- Realizar un chequeo general cada año con el veterinario.
- Practicar ejercicio de forma diaria, incluyendo salidas al campo, la montaña o la playa. De esta manera, logrará mantener su fuerte musculatura en forma.
- Evitar la sobrealimentación, pues puede llevar a numerosos padecimientos gástricos y consecuentemente a la diarrea crónica.
- Cepillar su pelaje diariamente, para evitar que el pelo muerto cuelgue.
Cómo educar a mi pastor alemán
Algo esencial para un pastor alemán cachorro es la educación. Si comenzamos a enseñarle desde temprano (la edad ideal es 2 meses), logrará un temperamento armonioso y una obediencia envidiable.
Te mostramos las pautas que no deben faltar en la educación de tu pastor alemán:
1.Socialización
Siendo perros de musculatura y carácter fuerte, es necesario que desde pequeño lo acostumbres a todos aquellos estímulos a los que estará expuesto de adulto.
Esto incluye personas extrañas, niños, otros perros, gatos, autos, bicicletas, etc. En fin, se trata de intentar que la reacción hacia estos estímulos sea positiva, de modo que más adelante no responda de manera agresiva, exaltada o con miedo.
2.Manipulación
Un perro de su talla puede ser una verdadera odisea en el veterinario, y en general en cualquier situación en que haya que manipularlo, si no ha sido acostumbrado desde pequeño.
Haz que se adapte a que le toquen las patas, orejas y cola (para el posterior corte de uñas, revisiones de rutina, higiene o exámenes veterinarios). Para lograrlo, acarícialo y toca cada una de estas partes con frecuencia.
3.Entrenamiento diario
Para enseñarle órdenes importantes a tu pastor alemán, es necesario que lo entrenes durante al menos 15 minutos diarios, no más, pues podría agobiarse. Emplea palabras cortas y claras, recompensándolo con caricias, elogios y premios, en el momento de obtener el resultado deseado.
Es ideal comenzar por: Sienta, quieto, ven y tumba. Recuerda siempre emplear la misma palabra, y enfatizar el tono de la orden, pero sin alzar demasiado la voz.
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