El moquillo es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a los canes, además de una gran variedad de animales como: comadrejas, hurones, mofetas, mapaches, etc. El moquillo en perros es especialmente peligroso para su vida si son cachorros o tienen una edad avanzada.
Se transmite por vía aérea y por el contacto con fluidos infectados, ya sean estos corporales, o bien mediante el agua o la comida.
Aunque existe una vacuna para prevenir el moquillo canino, dicha enfermedad continúa siendo común en muchísimas regiones. Es por ello que hoy hablamos sobre los síntomas y tratamientos a seguir para curarlo.
Síntomas del moquillo en perros
Una vez que el perro ha sido infectado, el moquillo tiene un período de incubación de entre 14 y 18 días. Y aunque puede que nuestro can presente fiebre antes de este tiempo, por lo general los síntomas serán más evidentes a partir de la segunda semana de infección.
Estos suelen ser:
- Fiebre.
- Pérdida del apetito.
- Deshidratación.
- Decaimiento.
- Pérdida de peso.
- Descarga nasal serosa o mucopurulenta.
- Tos y dificultad para respirar.
- Ojos enrojecidos.
- Queratitis seca.
- Conjuntivitis.
- Úlcera de córnea.
- Vómito y diarrea.
- Endurecimiento de las almohadillas plantares.
- Convulsiones.
- Ataxia.
- Tics musculares.
- Apoplejía.
Los síntomas varían notablemente de un animal a otro, dependiendo de la acción directa del virus sobre los órganos del can. Es así que las manifestaciones pueden ser tanto generales como oculares, respiratorias, digestivas, cutáneas, dentarias o neurológicas.
Dependiendo de la gravedad de la infección, nuestro perro puede presentar una menor o mayor sintomatología.
En esta enfermedad, la fiebre suele ser bifásica: es decir, que inicia y desaparece a los pocos días, para luego reaparecer con mayor intensidad. En este momento es cuando mejor se detectará el virus mediante exámenes diversos, especialmente de las células conjuntivas.
Tratamiento del moquillo canino
Es muy difícil contrarrestar al virus que causa el moquillo en perros. Nuestra mascota puede encontrarse enfermo por 10 días, semanas o meses. Tiempo durante el cual veremos mejoras y recaídas.
Debemos esforzarnos entonces por ayudar a nuestra mascota a desarrollar sus defensas contra la enfermedad, y aliviar su sintomatología:
- Antibióticos para las infecciones bacterianas secundarias.
- Fluídos electrolíticos para paliar la deshidratación.
- Expectorantes y mucolíticos para tratar los síntomas respiratorios.
- Antieméticos y antidiarréicos para los problemas digestivos.
- Suplementos vitamínicos y nutricionales para el decaimiento.
- Azatriopina, como un inmunosupresor con efecto antiviral.
Los buenos cuidados que podamos brindar a nuestro animal enfermo también tienen un papel fundamental.
El moquillo en un perro no tiene por qué ser una enfermedad mortal siempre que se trate a tiempo. Aun así, el pronóstico no suele ser muy favorable cuando se presentan la mayoría de los síntomas, especialmente los neurológicos, para los cuales sólo las convulsiones tienen tratamiento.
La mejor prevención es vacunar a nuestro cachorro antes de los 4 meses, y luego revacunarle anualmente.
Ahora que ya sabes los síntomas y cómo curar el moquillo en perros, esperamos que estés atento a cualquier signo que tu amigo presente. Siempre recuerda que un diagnóstico temprano es esencial para un mejor pronóstico.
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