Cuando decidimos adoptar un conejo como mascota o en caso de que ya tengamos uno, debemos saber todos los cuidados especiales que debemos tener, sobre todo con la llegada del invierno. Si no cuidamos bien a nuestro animal, puede sufrir severas enfermedades y problemas en la salud.
Claro está que los conejos aguantan mucho mejor el frío que el calor. Pero no debemos confiarnos de ello. El cambio de clima puede generar algunos problemas respiratorios y resfriados que sin un buen cuidado pueden ser mortales. En el siguiente texto te hablaremos de algunas formas de cuidar a tu conejo en el invierno.
Como hemos mencionado, los conejos se adaptan mejor a climas templados y fríos que a regiones muy cálidas, donde pueden sufrir un golpe de calor con bastante facilidad. Existen diversas razas de conejos, por lo que la tolerancia al frío de tu compañero lagomorfo puede variar según las características de su organismo y su lugar de origen.
En teoría, los conejos en estado silvestre pueden llegar a soportar temperaturas de hasta -10 ºC, siempre que cuenten con un refugio donde puedan protegerse de la intemperie. Pero si tu roedor está habituado a vivir en el interior del hogar a una temperatura estable, exponerse a semejante frío podría perjudicar severamente su salud. Ningún conejo doméstico debería exponerse a temperaturas extremas, ya hablemos de frío o de calor.
No, ninguna especie de conejo conocida actualmente tiene la capacidad o el hábito de hibernar. Por lo tanto, necesitarás prestar especial atención a la alimentación y al bienestar de tu compañero durante el invierno.
Ahora que ya sabes que los lagomorfos se adaptan bien a las regiones temperadas, quizás te preguntas cómo saber si un conejo tiene frío. La temperatura corporal de los conejos se encuentra entre 38 ºC y 40 ºC, y la temperatura óptima para su ambiente debe rondar los 18 ºC. Cuando la temperatura ambiental desciende de forma rápida o brusca, podemos observar los siguientes síntomas de frío en los conejos: temblores, rigidez muscular, respiración más lenta, dificultad al respirar, movimientos lentos y torpeza.
Si la temperatura corporal del conejo es inferior a los 36 ºC, pueden producirse síntomas característicos de hipotermia, que indican un decaimiento más severo en su cuadro de salud. Algunos de los síntomas de la hipotermia en conejos son: pérdida de apetito, desorientación, desmayos, colapso, pupilas dilatadas y, en caso extremos, la muerte súbita.
Si observas que tu conejo tiene las orejas frías o muestra otras señales de frío, debes actuar rápidamente para evitar que su temperatura corporal descienda y se produzca un cuadro de hipotermia. Muchas personas se preguntan qué ponerle a los conejos para el frío.
Una buena idea es envolver al conejo con una manta, para abrigarlo y transmitirle calor. También puedes tenerlo en tus brazos envuelto en la manta, en una sábana o toalla seca durante algunos minutos, usando tu propio calor corporal para ayudarle a regular su temperatura corporal y a combatir los síntomas de frío.
Si tu conejo se ha mojado con la nieve o con lluvia, antes de envolverlo con la manta, necesitarás secarlo con una toalla limpia y seca. La humedad combinada al frío puede facilitar el desarrollo de síntomas de hipotermia. No utilices almohadillas térmicas, pues la combinación de electricidad y humedad resulta muy peligrosa, además del riesgo de producir quemaduras en tu conejo.
Esta entrada ha sido publicada el 23/11/2020 11:00
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