El gato bengala o gato bengalí es una raza felina muy singular. Es como si tuviéramos en casa un felino salvaje en miniatura, por el gran parecido que se logró en este cruce entre gato doméstico y gato leopardo asiático.
Puede que te preguntes, ¿es seguro tener en el hogar a un descendiente tan cercano a un felino salvaje? ¿Qué cuidados y atenciones debería brindarle? En este post te hablamos sobre ello y más.
El gato bengala es una raza bastante reciente, datando de mediados del pasado siglo en Estados Unidos. Se buscaba crear un gato manso con la apariencia de sus antepasados salvajes, y vaya si se logró.
Actualmente es una de las razas exóticas más populares alrededor del mundo, por lo que no extraña que el precio del gato bengala ronde los €1000 y €2000.
El tamaño del gato bengalí es uno de sus primeros distintivos: mide aproximadamente 70 centímetros de longitud y puede pesar hasta 7 kilogramos. Sus extremidades son largas y musculosas, la cabeza es más bien pequeña, y sus orejas tienen la punta redondeada y base ancha.
El pelaje es claramente otra de sus características más llamativas: tiene grandes manchas y rosetas, el vientre de color claro, y posee franjas en sus patas traseras muy similares a las de los gatos salvajes.
El color puede dorado, naranja, amarillo oscuro o arena. Los ojos, labios y nariz suelen estar contorneados por líneas negras. También es muy popular el gato bengalí gris, por su parecido con el tigre blanco.
El carácter de los gatos bengala es muy divertido y curioso. Son además inteligentes, amigables, muy seguros de sí mismos y dominantes. Sin embargo, podrían mostrarse agresivos si se relacionan con otros gatos territoriales.
No es recomendable tener en casa la primera generación del cruce de un gato salvaje y uno doméstico, pues no resultan tan fiables, y es complicado que logren adaptarse a la convivencia con las personas.
Un gato bengala entre la primera y cuarta generación se considera salvaje, mientras que los pertenecientes a generaciones posteriores poseen un carácter más similar al de otros gatos domésticos activos.
A partir de ahí, podemos tener en cuenta los siguientes cuidados para la raza.
Un gato bengala, al ser tan activo, requiere del suficiente espacio para esparcirse y quemar su exceso de energía. Si no dispone de acceso a un amplio jardín, un balcón con algunos juguetes para trepar podrá suplir esta carencia.
Al ser gatos tan cercanos a una especie salvaje, gozan de excelente salud. El único inconveniente sería que presentara una enfermedad genética, que puede degenerar su retina durante el primer año de vida y causarle ceguera.
Muchos dueños de bengalíes optan por darle comida cruda a sus mininos, ya que algunos presentan cierta sensibilidad a la comida industrial.
Lo cierto es que, en principio, la comida comercial de calidad no debería ser dañina para tu gato. Sin embargo, si te decides por una alimentación cruda, debes familiarizarte antes con sus condiciones y características, para evitarle futuros padecimientos al minino.
Ahora que ya conoces más sobre el gato bengala, sus características y cuidados más importantes, solo queda por tu parte decidir si es el tipo de minino ideal para tu hogar.
Esta entrada ha sido publicada el 29/03/2021 10:00
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