Para los amantes de los gatos, no hay nada más desconcertante que ver a nuestro gato agresivo de repente. En este artículo te brindamos toda la información que necesitas acerca de este comportamiento en nuestros amigos felinos y las mejores formas de darle solución.
Causas de agresividad en gatos
Son muchas las causas que pueden desencadenar un comportamiento agresivo en nuestros mininos. Es importante determinar las mismas para saber cómo actuar en cada caso.
Agresividad por enfermedad
Si tu gato se muestra repentinamente agresivo, de forma continua y sin causas aparentes, lo primero que debes hacer es llevarlo al veterinario para hacerle un chequeo. Un gato que siente dolor o malestar puede presentar un comportamiento violento.
Si es una enfermedad la causa, cuando la primera sea tratada, la agresividad desaparecerá.
Agresividad territorial
Los gatos son animales extremadamente territoriales, por lo cual es muy complicado adaptar a un gato ya adulto a la presencia de un gatito recién llegado en su territorio.
Si no se presta la debida atención al proceso de adaptación de ambos felinos, es muy frecuente presenciar riñas entre ambos. Esta agresividad se puede extender hacia los miembros humanos de la familia (lo que se conoce como agresividad redirigida).
Gato agresivo después de castrar
Aunque lo común es que los mininos se vuelvan más cariñosos después de ser castrados, algunos pueden volverse agresivos, sobre todo hacia sus semejantes.
Por lo general las causas suelen ser el dolor post-operatorio, los cambios hormonales o algo tan obvio como el collarín. Pero como estas causas desaparecen en días o semanas, no es habitual que el comportamiento agresivo perdure.
Ahora bien, debido a que los cambios hormonales hacen que el olor del propio gato cambie, estos podrían no reconocer el olor de sus compañeros, lo cual les preocupa, estresa y puede volverlos agresivos hacia ellos.
¿Qué hacer con un gato agresivo?
Lo principal para dar solución a un gato agresivo en casa es estudiar las causas de su comportamiento, pues en dependencia de esto sabremos hacia dónde orientar nuestros esfuerzos:
- Si la causa es territorial, debemos procurar que nuestro gato tenga suficiente espacio para descansar, jugar y comer. De modo que no sienta que su territorio está siendo invadido por otro gato u animal.
- Cuando el motivo es el estrés, debes eliminar o apartar de su presencia aquello que actúa como objeto estresor.
- Si la causa es agresividad intrasexual, lo cual desemboca en peleas entre machos en época de celo, lo mejor será castrarlo.
- Cuando la causa es el miedo de origen traumático o por falta de socialización, puedes optar por una terapia de modificación de la conducta. Déjalo en manos de un etólogo veterinario, un especialista capacitado para tratar problemas de conducta en animales.
- Si aún luego de los tratamientos, la conducta agresiva no mejora, puedes utilizar feromonas sintéticas, las cuales relajan a nuestro gato y no representan un riesgo para su salud.
Recuerda que conocer las causas del comportamiento de tu gato, te ayudará a encontrar la solución más acertada.
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