Además de alimentarse de su sangre y producir un intenso picor, las garrapatas también pueden transmitir enfermedades graves a nuestros mininos, como la Cytauxzoonosis felina, una patología muy severa conocida popularmente como “fiebre del gato montés”. Por ello, es esencial prevenir estos ectoparásitos para preservar la buena salud de nuestros mininos. En el siguiente texto te contamos todo lo que debes saber al respecto.
Aunque muchos tutores crean que no, lo cierto es que los gatos sí pueden tener garrapatas. Por lo general, los mininos domésticos que no suelen realizar paseos al exterior del hogar tienen probabilidades muy reducidas de entrar en contacto con estos ectoparásitos. Recordemos que las garrapatas se encuentran principalmente en los parques, plazas con vegetación o césped, campos, jardines, bosques, zonas rurales, etc.
No obstante, los felinos que acostumbran realizar paseos al exterior pueden contagiarse con garrapatas directamente o indirectamente, a partir del contacto con otros gatos o perros. Además, los mininos que conviven con perros que suelen pasear al aire libre también pueden llegar a contagiarse a partir del contacto con su compañero hogareño. Así mismo, cabe destacar que incluso nosotros podemos traer a las garrapatas a nuestro hogar sin darnos cuenta.
Por otro lado, los gatos callejeros representan la población felina más propensa a sufrir el ataque de las garrapatas, ya que viven en condiciones poco favorables y no reciben desparasitaciones regulares. Por ello, si recientemente has adoptado a un minino, no dejes de acudir rápidamente al veterinario para constatar su estado de salud e iniciar su inmunización y desparasitación.
Las garrapatas son pequeños arácnidos (así como los ácaros) que obtienen los nutrientes necesarios para su supervivencia a partir de la parasitación de otros organismos. Estos parásitos se alojan en la piel de distintos animales para succionar su sangre y, así, se alimentan y se reproducen, completando su ciclo de vida.
Las diversas especies conocidas de garrapatas se encuentran divididas en 2 grandes grupos: las garrapatas duras y las garrapatas blandas. Entre las especies duras, encontramos las garrapatas del género Rhipicehpahlus, los ejemplares más numerosos y extendidos por todo el mundo. Estas garrapatas son las que más comúnmente parasitan a perros y gatos, alojándose principalmente en su dorso. Su principal característica es el caparazón oscuro que reviste y protege su cuerpo, que generalmente muestra un color marrón oscuro.
Entre las especies blandas, la más conocida es la Otobius megnini, que suele alojarse en las orejas de los animales que parasitan. Al contrario de las garrapatas duras, estos ectoparásitos no tienen una capa dura en el exterior de su cuerpo, por ello, su textura al tacto es blanda. Además, suelen tener un color más claro, entre beige y crema.
Si observas que tu gato tiene muchas garrapatas, lo primero que debes hacer es mantenerte tranquilo y no desesperarte. A nadie le gusta identificar estos molestos parásitos en su amado minino, pero la calma será esencial para saber cómo reaccionar con inteligencia y prudencia.
En estos casos, lo mejor es llevar a tu gato al veterinario para establecer un tratamiento rápido y eficaz que elimine las garrapatas. Además, en la clínica, el profesional podrá realizar un examen físico y solicitar algunos análisis para verificar el estado de salud del paciente.
Esta entrada ha sido publicada el 15/06/2021 10:30
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