Los perros son nuestros mejores amigos, por eso debemos procurar mantener su salud lo mejor posible. Esto quiere decir que es importante estar pendiente de todas las cuestiones relacionadas con los mismos. Los ojos, en este sentido, puede ser afectado por una gran cantidad de enfermedades y es importante que las conozcas para así prevenirlas o diagnosticarlas a tiempo. Aquí te diremos algunas de ellas, aunque recuerda siempre acudir a un especialista en la materia para tener un diagnóstico más certero.
Esta enfermedad de los ojos en perros cursa con inflamación en la conjuntiva, produciendo enrojecimiento y secreción. Hay varias causas detrás de la conjuntivitis canina, como una alergia, que afectaría a los dos ojos, o cuerpos extraños, donde solo había uno afectado.
La conjuntivitis puede ser de diferentes tipos: Serosa, que se presenta con secreción clara, transparente y acuosa, generalmente causada por viento o polvo. Produce picor. De igual modo, existe la conjuntivitis mucoide: con secreción mucosa que se origina en folículos del tercer párpado tras reacción provocada por cualquier irritante o infección. Por último, la purulenta: con presencia de pus por la acción de bacterias. Esta secreción formará costras sobre los párpados.
Esta enfermedad ocular en perros también se denomina ojo seco. La causa es un trastorno en las glándulas lacrimales que deriva en una producción insuficiente de lágrimas, lo que hace que la córnea se seque. El signo característico de esta enfermedad es la aparición de una secreción espesa, mucosa o mucopurulenta, porque las lágrimas tienen una capa acuosa, que es la que se ve afectada en la queratoconjuntivitis, y otra capa mucosa.
Si observamos esta secreción en nuestro perro, que suele acompañarse de un ojo sin brillo, debemos acudir al veterinario porque, si tardamos en tratar, puede verse afectada la córnea y producir ceguera.
Podríamos definir la epífora como la enfermedad de los ojos en perros que se caracteriza por un lagrimeo continuo. Esa humedad sobre la piel puede hacer que esta se inflame e infecte. Se trata principalmente de un problema estético, pero puede ser síntoma de enfermedades o revelar la presencia de algún cuerpo extraño, de ahí la necesidad de consultar con el veterinario.
La epífora es habitual en razas como el caniche, el maltés o el pequinés, que van a presentar un manchado marrón rojizo bajo el ojo. La reacción de las lágrimas con la luz es la responsable de estas manchas. Puede darse medicación que evita esta reacción, con lo que, aunque el lagrimeo continúa, desaparece la coloración. Otra opción terapéutica es la cirugía, pero, tras ella, podría producirse el efecto contrario, es decir, un ojo seco.
La úlcera corneal es una lesión que afecta a la capa media e interior de la córnea. La mayor parte de las veces esta enfermedad de los ojos en perros tiene su origen en un traumatismo, pero otras úlceras pueden asociarse a queratoconjuntivitis seca, diabetes o síndrome de Addison.
La úlcera provoca mucho dolor, lagrimeo y fotofobia. Algunas pueden verse como zonas borrosas. El veterinario puede confirmar su presencia instilando fluoresceína en el ojo, ya que las tiñe de color verde. Es importante acudir rápido al veterinario porque, si el daño avanza, el perro podría perder el ojo.
Esta entrada ha sido publicada el 30/03/2021 10:30
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