Aunque es verdad que tanto los búhos como las lechuzas son de la misma familia de aves, existen un gran número de diferencias que los alejan entre sí. Sin embargo, es normal que una gran cantidad de personas los confundan, incluso señalando a uno cuando hablan de otro.
Si eres una de esas personas no te sientas mal. La verdad es que es más común de lo que imaginas. Para sacarte de dudas hemos creado el siguiente texto, donde te diremos algunas diferencias y similitudes de estas hermosas y enigmáticas aves.
Similitudes
Aunque en este artículo destacaremos las diferencias entre ambas aves, también es importante mencionar cuales son las características comunes que comparten: Entre sus similitudes destacan el espesor y suavidad del plumaje y su alimentación. Insectos, peces, reptiles, anfibios, pequeños roedores e incluso aves forman parte habitual de la alimentación de especies de búhos y lechuzas.
Estas aves carecen de buche, por lo que se tragan a su presa entera para luego regurgitar las partes indigeribles, como pelo, huesos y garras, en una pelota llamada egagrópila.
En cuanto a habilidades, ambas comparten la extraordinaria capacidad de giro de cabeza de hasta 270º y unos excelentes sentidos de oído y vista.
De hábitos nocturnos, ambos animales son capaces de cazar en la más estricta oscuridad. Por último, suelen ser animales solitarios y territoriales, aunque algunas especies pueden formar parejas por temporadas o incluso de por vida.
Diferencias
En un primer vistazo, podemos apreciar algunas diferencias físicas: los búhos son mucho más grandes y robustos que sus compañeras las lechuzas, quienes suelen tener caras más pequeñas y aplanadas. En cuanto a la cabeza, mientras los búhos la tienen redondeada con los ojos grandes, normalmente amarillos y algo más juntos que los de las lechuzas, estas últimas presentan una curiosa forma de corazón, con ojos más pequeños y forma almendrada.
Al contrario que los búhos, las lechuzas tienen plumas en sus garras que les ayudan a mantener el calor, pero no constan de plumas alzadas que simulan orejas en sus cabezas, una de las características que mejor los diferencia. Además, estas aves presentan colores más claros que sus congéneres los búhos.
Uno de los aspectos más interesantes de estas aves es su sistema de comunicación. Los búhos se comunican ululando, con sonidos fuertes que lentamente se desvanecen, muchas veces con la intención de comunicarse con otra ave de la misma especie. Las lechuzas, en cambio, dependiendo de la especie y región que habiten, emiten chillidos, alaridos, silbidos e incluso gorjeos y graznidos.
Por otro lado, los búhos habitan en casi todos los continentes, menos la Antártida, adaptándose físicamente a las condiciones de cada lugar. Por lo general, ocupan bosques cercanos a ríos, arroyos y pantanos. Además, algunas especies de búhos, al contrario que las lechuzas, son migratorias.
Las lechuzas, por su parte, sí viven en todos los continentes del planeta, ubicándose normalmente en zonas de alta montaña o grandes praderas, marismas o campos agrícolas. Dependiendo de la región, sus condiciones físicas, como el plumaje, se adaptan a las condiciones.
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