Los conejos poco a poco ganan más popularidad en los hogares alrededor del mundo. Las personas suelen adoptarlos cuando se encuentran en una edad avanzada, pero muchas veces se decantan por rescatar un recién nacido. Por esa razón, es importante que sepas que cada etapa de la vida de estos animales requiere de un cuidado especial, uno de ellos es, por ejemplo, la alimentación.
Una correcta alimentación cuando son bebés ayudará a un correcto crecimiento y desarrollo del mismo. Esta debe estar basada en algo más que una selección aleatoria de alimentos verdes o pienso, sobre todo si entendemos que de ello radica la salud del cachorro. En el siguiente texto te hablaremos un poco más al respecto.
Durante los primeros días de vida del conejo el único alimento que debe consumir es leche materna. Lo más saludable, y lo que recomiendan los veterinarios, es que sea consumida desde el nacimiento hasta la séptima semana de vida, pero estamos conscientes de que en algunos casos esto no es posible, por lo cual tendrás que ocuparte de la alimentación de estos pequeños. Para ello, utiliza una fórmula preparada con leche de cabra, administrándola a través de biberones pequeños a las horas de la tarde, de la misma manera que lo haría la madre.
Ten mucho cuidado y nunca administres alimentos no adecuados para la edad, esto para evitar que el conejo padezca diarrea en etapas tempranas de su edad, sobre todo porque esto le traería la muerte por deshidratación.
La leche que prepares para tu conejo debe contar con los mismo nutrientes que la leche original. Por lo tanto no debe provocarle malestar, gases ni diarrea. Para ello, se recomienda preparar una fórmula de lecho para conejos bebés especial utilizando leche de cabra, yema de huevo y una cucharadita de jarabe de maíz. Existen otras opciones, aunque nunca administres leche de vaca.
Una vez preparada, antes de administrar entibia un poco la leche y colócala en un gotero o biberón de boquilla pequeña, prueba la temperatura y procura que no se encuentre muy caliente. Luego, toma al conejo en tus brazos con sus patas hacia arriba y levanta ligeramente su cabeza. Esto se hace para simular la postura natural que el gazapo adoptaría al consumir leche de su madre.
Introduce el biberón en un lado de la boca, nunca de frente. Una vez lo hayas hecho, gírala un poco hacia adelante. Aprieta con suavidad para que salga leche, al sentir el sabor el conejo comenzará a succionar. Fíjate en su panza, cuando esté redondita querrá decir que ya está lleno.
La cantidad debe ir aumentando paulatinamente, comenzando con tan solo 3 mililitros por cada comida durante la primera semana de vida, dos veces al día, hasta llegar a 15 mililitros por cada comida en la semana 6 o 7. Por supuesto, las cantidades son orientativas, ya que cada gazapo tiene unas necesidades nutricionales distintas en base a su tamaño, de manera que nuevamente te recomendamos examinar al recién nacido y establecer la cantidad exacta que su pequeño cuerpo requiere para saciarse.
Esta entrada ha sido publicada el 19/10/2020 11:00
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