Los hámsters más y más se convierten en mascotas favoritas entre los amantes de los animales. Estos animales son supremamente tiernos y juguetones, lo que lo convierten en los preferidos de los niños. Entre sus cuidados, deberás tener presente ciertas actitudes y estar atento, por ejemplo, si deja de comer.
Esto puede pasar por muchas razones, no todas relacionadas con la enfermedad. Sin embargo, el dejar de alimentarse no es una buena señal y evidencia algún problema. Nuestro consejo es que, al notar que esto ocurre, acudas a un veterinario y salgas de todas dudas. Recuerda que el bienestar de tu mascota depende de los cuidados te le ofrezcas.
Enfermedad
Como hemos mencionado, la pérdida de apetito puede indicar que tu hámster está enfermo. Estos pequeños roedores son bastante sensibles y pueden verse fácilmente afectados por infecciones, abscesos, parásitos, hongos, resfriados, problemas respiratorios, y otras enfermedades comunes en los hámsteres.
Si percibes que tu hámster no quiere comer y muestra uno o varios de los síntomas mencionados, deberás acudir cuanto antes a un veterinario especializado para verificar su estado de salud. Solo el veterinario está capacitado para ofrecerte un diagnóstico acertado y prescribir el tratamiento más adecuado según la patología que presente.
No le gusta su comida
Si bien los hámsteres tienen un gran apetito y suelen ser bastante flexibles con respecto a su alimentación, de forma ocasional podremos observar que el hámster no come pienso cuando no le agrada alimento que se le ofrece, no se ha hecho una adecuada transición del viejo al nuevo e incluso cuando su alimentación es monótona y no se le ofrecen verduras y frutas recomendadas.
Los hámsteres necesitan y disfrutan al recibir una alimentación variada que supla enteramente sus requerimientos nutricionales. Si bien podemos elegir un pienso para hámsteres disponible en el mercado como base de su dieta diaria, lo ideal es incorporar también alimentos naturales y frescos para complementar su dieta.
Calor
Casi todos los animales, en especial los mamíferos, suelen reducir su consumo de alimentos durante los días más cálidos de verano. Si tu hámster no quiere comer su comida porque hace mucho calor, no debes obligarlo pero sí puedes ofrecerle alimentos frescos ricos en agua para mantenerlo bien hidratado, como sandía y melón.
Con la llegada del verano, también debemos estar muy atentos para prevenir o detectar rápidamente un posible golpe de calor en los hámsteres. Además de controlar la temperatura del entorno del roedor, será esencial dejarle siempre agua limpia y fresca a su alcance para que pueda hidratarse durante todo el día y ubicar su jaula en algún ambiente más fresco.
Estrés
Como hemos mencionado, los hámsteres son animales sensibles que pueden verse afectados fácilmente por los cambios en su entorno y en su rutina. Si un roedor no cuenta con una jaula enriquecida donde pueda ejercitarse y divertirse, no encuentra un ambiente positivo en su hogar o no cuenta con una adecuada higiene de su entorno, es muy probable que desarrolle síntomas de estrés o aburrimiento.
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