El asma felino es un padecimiento bastante frecuente en los gatos. Sus manifestaciones muchas veces son leves, pero en algunos casos puede ser tan grave que el gato no será capaz de respirar.
Por ello resulta muy importante detectar los síntomas de forma precoz, para así control de la mejor manera la enfermedad. En este post abordamos el tema, así como las causas y tratamientos más adecuados.
¿Qué es el asma felino? Causas y síntomas más frecuentes
El asma en gatos es una enfermedad crónica en que las vías respiratorias del felino se inflaman, como una reacción hipersensible a distintos irritantes.
Los bronquios se comprimen intentando cerrarle el paso al irritante, y producen mucosidad para envolverlo y tos para expulsarlo. Y esa combinación de inflamación, contracción y mucosidad estrechan las vías respiratorias, teniendo como consecuencia una dificultosa respiración.
El asma puede verse en gatos de cualquier edad, pero ciertas razas como la siamesa son más propensas a padecerlo. Así mismo, la obesidad es un factor de riesgo que favorece su aparición.
Aunque el asma felino no es contagioso, los factores de origen alérgico pueden afectar a todos los gatos por igual.
Los síntomas más frecuentes, y que pueden ser más o menos intensos, o con mayor o menor duración suelen ser:
- Estornudos.
- Problemas para respirar.
- Ruidos respiratorios como sibilancias.
- Tos de más de cinco minutos, que aparece más de dos veces en una hora, o más de tres veces al día.
- Respiración abdominal, rápida y superficial.
- Deglución de mucosidad que, al ser dificultosa, se confunde con náuseas o vómitos.
- Coloración azulada de las mucosas por falta de oxígeno.
- Colapso respiratorio.
En este último caso, se trata de una urgencia veterinaria, pues el gato podría morir al no poder respirar por sí mismo.
Diagnóstico y tratamiento del asma felino
Es necesario llevar a nuestro minino al veterinario, y comentarle sobre estos síntomas, aunque parezcan muy leves. Así, al detectarse a tiempo, pueden tomarse medidas para evitar un empeoramiento de la condición.
El veterinario descartará parásitos externos, cuerpos extraños, enfermedades pulmonares o cardíacas, neumotórax y otras. Si se confirma que se trata de un caso de asma, el veterinario empleará antiinflamatorios y broncodilatadores para abrir las vías respiratorias, solucionando de inmediato la dificultad respiratoria del gato.
Estos tratamientos claramente alivian al gato con dificultades para respirar, pero no es extraño que el cuadro se repita.
Los inhaladores y la ‘aerosol terapia’ son tratamientos mucho más preferibles que la medicación oral, ya que minimiza los efectos secundarios y actúan con rapidez.
Cuidados de un gato con asma crónica
Por desgracia, no existen remedios caseros para el asma en gatos, ni un tratamiento natural para el asma felino. Así que te recomendamos que no malgastes tu tiempo en este tipo de soluciones, mientras la salud de tu minino empeore.
Lo que sí puedes hacer aparejado al tratamiento veterinario, es llevar una serie de cuidados y recomendaciones:
- Limitar la exposición de tu gato a alérgenos como humo, contaminación ambiental, polvo, moho, polen, ácaros, productos de limpieza, polen, etc.
- Eliminar alfombras o moquetas.
- No utilizar aerosoles en su presencia.
- La arena no debe levantar polvo, por ello se recomienda la sílice en lugar de serrín o similares.
- Establecer un plan dietético si nuestro gato presenta sobrepeso.
- Si lo alimentamos con pienso, evitar croquetas rotas o con partículas que el minino pueda aspirar.
El pronóstico para el asma felino depende de lo rápido que se inicie el tratamiento, puesto que mientras más se espere para esto, más daño tendrá el sistema respiratorio.
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